29 may 2013

El sueño de Inés.


Ayer Monie me descubrió una nueva aventura de su amigo Sam, el gato que convierte tus sueños en realidad.

Era una tarde de verano, Inés paseaba sola, disfrutando de los olores por un parque cercano, rodeada de personas y niños.
Pensando en su vida, separada recientemente, ahora vivia sola e intentaba recuperar el tiempo con sus amigas.
Cuando mas esimismada estaba recordando los detalles para la próxima cena en compañía, tropezó.
-Vaya! pensó, que mala suerte, un gato negro. 
Al ver sus ojos brillantes y los arrumacos del animal, lo acarició.
Observó que llevaba un pequeño collar, tenía escrito Sam y curiosamente su cola era blanca.
Inés siguió su paso.
Al llegar a su casa, el gato la acompañaba, pero no vió como entró el animal, rozando sus piernas. 
Se preparaba para cenar y conocer un chico que le iba a presentar su amiga, seria una cena para cuatro. 
Se duchó, al salir vio al gato, lo reconoció al instante.
-Que haces aquí? le preguntó, el gato maulló acercandose.
Ella lo acarició y se sinceró con el. Le pidió suerte para esa noche, estaba aburrida de su vida y queria un poco de accion, a ver si todo funcionaba mejor. 
Mientras se vestia, los ojos del gato se iluminaron, despues de perfumarse y maquillarse, salió hacia la cena, pidió un taxi y llegó al restaurante, su amiga la esperaba.
Le presentó a su acompañante Alex y su amigo Joan.
La pareja para esa noche.
Inés pensó que estaba muy bien el chico.
Empezaron a cenar. 

Mientras hablaban, reian y se conocian con Joan, fue pasando la noche. 
Inés se acercó al servicio mientras esperaba el postre. 
Al entrar una mujer muy nerviosa, se le acercó. 
-Por favor, tienes que ayudarme, le dijo.
Guárdame  este sobre, es muy importante, estoy en peligro, dime tu número de teléfono y mañana te llamaré para recuperarlo.
Inés no sabia que  decir, pero la mujer consiguió convencerla, le dió el número y se marchó. 
Salió buscando el postre.
Despues del café, las copas y las risas, la confianza iba subiendo en la mesa y decidieron continuar en otro local.
Al salir del Restaurante, Inés y sus amigos quedaron extrañados, mucha policia y un cuerpo en el suelo, tapado.
Justo al pasar por el lado, un gato saltó encima y destapó el cuerpo. 
Inés se quedó helada. Era la mujer que  le habia dado el sobre. No sabía que hacer y decidió acabar la noche, pero Joan no estaba de acuerdo y como ella no quiso explicarle nada, quedaron para desayunar por la mañana. 
Entró en casa y miró el sobre,  dudaba si abrirlo sería peligroso.
Lo guardó de nuevo, esperaría al dia siguiente.
Pero... Sonó el movil. 
Pensando que sería su amiga, contestó. 
-Sii, dijo Ines
-Usted tiene algo que me pertenece, sonó al otro lado del telefono. 
-Como? balbuceó Ines. Que quiere? Siguió. 
-Me lo entregas o estás muerta. 
Donde vives? Continuó la voz.
-Yo, yo acertó a decir Inés y colgó. 
Al instante sonó el timbre de la casa.
La sorpresa fue mayúscula a ver a Joan alli. 
-Vamos, corre, tienes que  marcharte de aquí y lleva el sobre. Le espetó el.
-Como sabes tu eso? preguntó Inés. 
El le dijo, 
-Soy policía secreto, estamos detrás de esa mujer, para descubrir a un temible asesino, pero se nos adelantó, en el sobre hay un chip con información de su organización, tienes que  salir de aquí o...

No tuvo tiempo de más, se oyeron disparos muy cerca, Ines se agachó, el sacó una pistola y contestó los disparos.
La cogió del brazo y la arrastró contra su cuerpo, la protegia mientras corrían.
-Pero, pero, pensaba Inés, que  pasa ahora.
Subieron al coche y aceleró, atravesaban las calles a toda velocidad, aunque tras ellos, dos coches negros los perseguían.

-Agáchate le dijo el, mientras cruzaban más disparos, después de un par de frenadas, con una maniobra escapatoria, consiguió despistarlos.
Paró el vehículo y le explicó a Inés. 
-Hay que esconderse, mañana te llevaré a un experto, podrá leer el chip y detendremos a esos asesinos, pero ahora hay que dormir un poco. 
Se acercó a un hotel con ella.
 Entraron en la habitación y Joan le dijo, 
-No te preocupes, yo te protegeré. Vamos a la cama, descansemos.
Mientras Inés, intentaba entender. 
Aburrida de su vida, de golpe la perseguía un asesino, y estaba en la cama con un policía secreto, la mar de interesante. 
Como podía ser, parecía todo un sueño. 
Un ruido llamó su atención, -Un gato?
Y decidió vivir el momento, no tenia nada que  perder, al dia siguiente podía estar muerta y en la cama tenía un macizo
Así que decidió dar rienda suelta a sus sueños, se desnudó y Joan no perdió el tiempo. 
La cama vibraba con ellos.
Mientras el gato observaba. 
Inés gritaba de placer.
-Hacía tiempo que  necesitaba esa emoción. Se dijo. Ese peligro y a Joan también.
No sabía que le esperaba mañana, pero ahora no le importaba, ni tener que morir. 
Ese momento fue el mejor de su vida.
Feliz, colmada, extasiada, Inés se durmió. 
Joan preparó su ropa y su arma.
Sabía que esto no había acabado. 
Sonó el movil.
Inés dudó, pero Joan le hizo descolgar, una voz sonó por el auricular; 
-Estás muerta!! Y colgó. 
El reaccionó al instante,
-Corre dijo. Vamos!!
No tuvieron tiempo, sonaron disparos. 
Joan agarró a Inés de la cintura y la obligó a tumbarse en el suelo.
Reptaron hasta la ventana, y saltaron, suerte que había un escalon, y les permitió acceder al otro lado del edificio.
Mientras bajaban las escaleras, seguían sonando los disparos, mezclado con sirenas de la policía. 
-Al coche. Le dijo el.
Su vehículo estaba rodeado por varios hombres.
Decidieron cambiar los planes, se alejaron del hotel y pararon un taxi.
Repasaron los ultimos acontecimientos.
Joan no entendían como los habian localizado.
-Espera le dijo a Inés, y el sobre?
-Lo tengo aquí. Contestó ella.
-Pues tenemos que ir rápido, porque tiene un localizador ese chip. Gatita no te preocupes, le dijo.
-Comoo?? Inés no podía creerlo. Que me has llamado? 
Joan se disculpó, 
-Eres gatita no? Y muy simpática en ese chat. 
-Tú, tú... Te conozco
-Claro que si, le contestó Joan. Hablamos mucho, pero últimamente te habías perdido. Conseguí rastrear tu número, cuando descubrí que eras amiga de una conocida mía, preparé esa cena, aunque de la parte siguiente no tengo nada que  ver.
-Quien eres? Preguntó Ines. 
-Soy jonnydup, me recuerdas? 
Las emociones se dispararon en su cabeza. Era ese hombre, justo
quien le ayudó a superar los problemas con su pareja y le animó a dar el paso en la separación. No podía ser. Era el. En el fondo estaba enamorada y ahora lo tenía al lado.
 Y Joan le explicó que no dormía desde que la perdió.
-Quería saber de ti, me enteré de tu separación, le explicó y quise conocerte, estar contigo. No queria molestarte, pero... Todo a ido tan rápido. Ahora tenemos que salir de esta. Le dijo Joan.
El taxi llegó a su destino. Se bajaron y entraron.
Era una pequeña oficina, un hombre desaliñado y pasado de peso les abrió la puerta. A ver les dijo, dame el chip.
Inés le acercó el sobre. 
El hombre lo abrió y se acercó a sus ordenadores. Tardaré un rato. 
Y volvió a sonar el movil.
Esta vez la voz era del hijo de Ines. 
-Mamá, mamá... Socorro, ven a buscarme. 
-Es su hijo, verdad? Sonó por el auricular. Tienes dos opciones, dame el chip o no verás más a tu hijo. 
Ines temblorosa preguntó.
-Y la otra? 
-Morirás!!  Y colgaron.
-Espera le dijo Joan, dame el movil. Que puedes hacer?le preguntó a su amigo.
-Dame. Voy a ver, le contestó.
Dos minutos y el hombre les dió una dirección.
He localizado donde estaba el movil al llamar, es aquí. -Vamos, dijo Joan.
Puedes devolverme el chip ya? Preguntó.
-Claro, ya tengo lo que necesito y el localizador está anulado, tener cuidado.
Salieron corriendo pero Ines aún no habia despertado, en un momento encontró a su amor virtual y perdió a su hijo.
Eso si, en la penumbra de la habitación consiguió ver un gato negro, con los ojos muy brillantes. 
-Casualidad? se preguntó.
Joan le agarro de la mano y la arrastró hasta un coche, -Es de mi amigo, vamos tu hijo está cerca. Y no nos esperan. Cuando lleguemos todo será muy peligroso, ten esta pistola y podrás defenderte. Pero sobretodo, cree en ti. Dijo Joan
Al llegar al edificio, vieron que no habia vigilancia y entraron. 
En una habitación habia dos hombres viendo fútbol Al otro lado, vieron al niño. -Tranquila le dijo Joan, quedate aquí. 
El entró, calmó y soltó al hijo de Ines.
Mientras se oían los gritos de los hombres gritando gol y bailando felices. Suficiente para poder escapar, aunque vio
en la esquina de la habitación un gato negro encima de un mueble, vigilando un maletin. 
Joan curioso, se acercó
comprobó que estaba lleno de billetes, lo cogió y salieron corriendo. 
Los hombres brindaban. Llegaron al coche rápido
y le explicó. 
-Mira dame tu móvil. Llévate el maletin. Vete a un hotel con tu hijo. Descansa y mañana nos vemos. Tengo que acabar esto y vendré a buscarte. No te preocupes, tengo todo lo necesario, puedes estar  tranquila. Y se marchó.
Inés despertó por la mañana, su hijo al lado y el maletin encima de la silla. Encendió la tele y no podía creerlo.
Las noticias hablaban de una operacion de la policia, habían detenido a una organizacion mafiosa y mucho dinero.
Llamaron a la puerta, Inés abrió. 
Allí estaba Joan.
-Vámonos, le dijo, tengo vacaciones, la operación ha sido un éxito.
Aunque tengo algo para ti Inés. 
Justo en ese momento un gato negro con la cola blanca se colaba por la ventana. 
El niño lo cogió y mientras lo acariciaba oyó a Joan como le decía a Inés.
-Quieres casarte conmigo? Mientras sacaba un anillo.

28 may 2013

La verdadera historia de Monie


Buenas noches, hoy os traigo una nueva historia, bastante desconcertante, real como la vida misma.

Hace un tiempo, como algunos sabéis soy comercial, un cliente me comentó el hecho que ahora os relato y que dió paso a estos cuentos.

Me explicó que conoció una chica a traves de un chat, Monie se llamaba.
En poco tiempo tuvieron mucha confianza entre ellos.
Monie le dijo un dia que su marido era muy celoso y controlaba todo lo que hacía, le avisó para que tuviera cuidado al hablar con ella.
El marido de Monie era ingeniero, experto en robótica y pasaba muchos días fuera de casa, por eso ella le agradecía su compañía.

Una noche Monie estaba muy contenta, le dijo a mi cliente, que su marido le habia traido un gatito negro, muy cariñoso, con una curiosidad, su rabo era blanco.
El animal nada más entrar en casa se subió a su falda, estuvo pidiendo caricias todo el rato, Monie veia algo raro en el.
El gato tenía una cara extraña, unos ojos muy brillantes y con una mirada penetrante, la observaba siempre a ella.
Pocos dias despues, como cada noche, mi cliente se dispuso a hablar con Monie, pero la encontró escondida en un trastero.
Sin luz, muy nerviosa y agitada, explicó que su marido la espiaba, pero no sabía como, tenia miedo. 
Se enteraba de todo lo que hacía.
A su lado tenia al gato, del único que se fiaba. 
Cada día que aparecía su marido, le recriminaba todos sus actos. Conocía sus movimientos, con quien hablaba por el chat, incluyendo a mi cliente, y la había asustado.
Monie no sabía que hacer, no quería tener problemas con los celos de el, estaba escondida para que no pudiera ver nada.
Mi cliente se ofreció a hablar con el marido para tranquilizarlo y explicarle que solo era una amistad, nada más, pero por chat.

Monie nunca quiso que se acercara, pensaba que sería peor aún, mantenía al gato en su regazo mientras hablaban. Y...
Le pidió un favor. 
Quería su ayuda para desaparecer, marcharse y empezar una nueva vida, lejos de su marido.
Mi cliente no daba crédito, le contestó que podía ayudarla, pero de una forma temporal, nada más.. No estaba preparado, aunque aceptó, la vió tan mal, que decidió contactar con servicios sociales y dar a conocer el caso de Monie. Llamó.
Aunque no tenia su dirección, si pudo dar los suficientes datos para que la encontraran, y se pusieron en marcha.
Al llegar a la casa, un chalet muy bonito en una urbanización, abrió la puerta un hombre. 
Muy sorprendido al verlos.
Dijo ser ingeniero, pero soltero y vivía solo, con su gata, de pelo negro y ojos muy brillantes, muy cariñosa.
No entendía de que le hablaban, si tenía conexión a internet, pero volvió asegurar que vivía solo y no tenía pareja. 
Muy extrañados los asistentes sociales, después de entrar en la casa y no ver nada raro decidieron irse y contactar con mi cliente.
Al explicarlo, el no creia posible la situación.
Espero a la noche, no podía hacer nada, a ver si Monie volvía.
 Y justo a la misma hora de siempre ella apareció. 
-No puedo creerlo, le dijo. Te he enviado al asistente social. Donde estabas? Tu marido les ha convencido que vivia solo y no estaba casado, no me tomaras el pelo? Dime alguna cosa.

Y entonces la sorpresa fue mayúscula, la explicación de Monie era increíble, tanto que aún estoy intentando entenderla.

En vuestra mente quedará la posibilidad de creerla o no, yo no puedo hacer nada por ayudaros, sigo desconcertado aún.
Os quiero aconsejar que no sigáis leyendo, porque está en riesgo vuestra salud mental, os he avisado.
Si quereis conocer la verdad y estáis preparados...

Monie confesó a mi cliente, que ese hombre no era su marido, sino su dueño, la quería mucho, no dejaba que nadie la tocara.
Ella queria escapar pero no podía, intentó hablar con los asistentes, pero no la entendian, solo sabía escribir, no hablar.

Monie era una gata, negra, con los ojos muy brillantes, era el experimento robótico de su dueño. 
Y vaya gata...
Y yo sigo pensando desconcertado, que la locura nos atrapa sin avisar, pero muchas veces atrae felicidad. 
Gracias locos!!
 La verdad, puedo hablar con esa gata de vez en cuando y aun dudo de la veracidad de la historia. 
Monie si lees esto, disfruta!

Pero mi cliente, que se había comprometido con Monie para ayudarla, después de saber que era una gata, se acercó a la casa y habló con el dueño.
Consiguió comprarla, llevándola a su casa, como quería ella.

Muchas veces viene a verme y me explica historias increíbles.

El otro día, disipó mis dudas, pues hablaba siempre de Sam y pude conocerlo.

Me presentó a su amigo.
Era un gato mágico, podía convertir en realidad tus sueños decía, era otro de los experimentos del ingeniero robótico.
Según Monie su poder mágico lo consiguió al descargar una noche de tormenta sobre el laboratorio donde se creo Sam.
 Y pasó a demostrarlo con esta historia. 
Vosotros decidis.

Una tarde de verano, con buena temperatura, dos amigas, una rubia Mina, y otra pelirroja Menta, compartian una copa.
Las dos amigas disfrutaban del verano en una terraza, viendo el mar, en la parte norte del país. Hablaban de su vida, estaban  separadas y con experiencias mediocres con hombres, buena economía y una edad aún muy atractiva. 
 Un gato las miraba,  Menta se percató y comentó:
-Mira que gato, tiene el rabo blanco, es curioso. Mientras Mina hojeaba una revista. Sonrieron.
-Sabes Menta, dijo. Cambiaría todo lo que tengo, que no es poco, por un hombre que me quiera de verdad. 
-Yo tambien, pensó ella.
-Mira que anunció más extraño, comento Mina.
-Leelo. 
-Dice; quieres sentir nuevas experiencias  sensoriales? Llama al teléfono.
Mientras tu disfrutas de agradables sorpresas, nosotros te estudiamos. Atrévete! 
-Sabes, dijo Menta, igual
encontramos cosas nuevas o la persona que  nos atiende vale la pena. 
Mina llamó y concertaron una cita aquella tarde.
Decidieron ir y al marcharse, otra mujer que oyó la conversación, recogió la revista de la mesa. 
Por más que buscó
no supo encontrar ni el anuncio ni el teléfono. 

Mientras el gato con el rabo blanco, mas conocido por Sam, salió corriendo.

Las dos mujeres acudieron a la consulta, alli las recibió un doctor sonriente, con ojos azules muy claros y les explicó:
-Teneis que firmar una autorizacion, la prueba consiste en inyectaros un nuevo producto que controla vuestro cerebro un rato.
No os preocupeis, porque luego se elimina solo, pero las  microparticulas que contiene, nos permite hacer que disfruteis  de la experiencia mientras estudiamos vuestras reacciones.
El programa tiene tres fases, una estimula el miedo. La segunda despierta la aventura y una tercera animará vuestra sensualidad. 
Cada persona lo vive diferente. os atreveis?

Las dos chicas estaban encantadas,firmaron el contrato y entraron en una sala interior. Allí dos auxiliares las esperaban.
Menta y Mina empezaron una experiencia diferente, mientras las preparaban, adivinaron a ver aquel curioso gato.
Pero cuando más confiadas estaban, estiradas en sus literas, un estruendo muy grande y muchos gritos las sorprendieron.
Unos cinco hombres con la cara tapada entraron en la sala disparando contra el techo, apartaron a los auxiliares y atraparon a las dos mujeres, introduciendolas en sendos sacos de lona que cerraron al instante. 
Un rapto pensaron, nooo!!

Pero sus gritos no se oian, no podian hablar, el liquido que les habían administrado en la prueba no les dejaba moverse. 
Los hombres se las llevaron.
No sabían que pasaba, dentro del saco solo oían gritos y disparos. Las dos pensaron que moririan.
Poco después notaron como las cargaban en un transporte, aunque había alguien mas allí. 
Empezaron a oír un zumbido, como gas quemándose. Notaron que ascendían, la barriga les flotaba, rápidamente, seguía el zumbido. 
Estaban muy asustadas. Se oían golpes y gritos.
Al poco cesaron.

Notaron como habrían los sacos. 
Esperaban lo peor, cuando al asomar no entendieron nada.
Los auxiliares de la clinica estaban alli, en el globo aeroestatico con ellas. 
Les explicaron la situacion.
Unos hombres las habían raptado  y subido al globo, para llevarlas a alguna parte y pedir un rescate.
A ellos también, pero habian podido escapar, enfrentándose y tirándolos de la cesta, al vacío, ahora estaban solos allí.
Se abrazaron a los chicos, el miedo y la excitación se unían, pero ahora venía lo peor, como bajar de allí.
Decidieron agarrarse bien con las cuerdas, por parejas  y dejar enfriar el aire para que el globo bajara.
Descendió sobre el mar, el globo quedó flotando en el agua.
-Ahora que hacemos, dijeron.
Cuando vieron un gran barco lejano.
Los divisó a los cuatro flotando y se fue acercando, lanzaron una pequeña barca y los recogieron. 
Subieron.
Aunque se arrepintieron de hacerlo. 
Los hombres eran piratas, se dedicaban a desvalijar embarcaciones de turistas despistados.
Nada mas subir, entendieron que no eran rescatados. 
Las separaron de los dos chicos y las llevaron a una bodega.
Se sentían gritos, mucho ruido, muchas risas y cada vez Mina y Menta se asustaban más. 
Al poco de cesar unos disparos, abrieron la bodega, los piratas las llevaron a un armario, les quitaron la ropa y las metieron dentro.
Al momento vieron que estaba lleno de agujeros, por allí metían sus manos y las estuvieron tocando sin pudor, mientras ellas gritaban.  Solo notaban  manos deslizandose por su piel, muchas, sin control. Caricias robadas.
Desconocidos.
Subía la temperatura. El juego duró bastante.
Después cesaron, se abrió el armario, les taparon la cara y las estiraron en una mesa 
Al oido les susurraron:
-Si os estais quietas, mientras comemos, salvareis la vida, mientras el cuchillo rozaba su cara, sino al mar ireis. 
Menta y Mina aceptaron sin remedio.
Mientras pudieron ver como un gato les rozaba la cara, era negro. 
-Pero, pero... Menta pensaba, que hacen ahora? Les habían puesto encima del cuerpo algo muy viscoso, la venda que les  tapaba la cara permitía ver algo, era una mayonesa, ahí los piratas rebozaban las gambas que estaban comiendo.
Había muchos.
Después, encima de las chicas, pusieron una mezcla de puré que los hombres comian sorbiendo de la piel.

El vino corria entre los piratas, mientras Menta y Mina estabas quietas y muy preocupadas. 
De pronto se oyeron disparos de nuevo.
Esta vez los piratas caian al suelo.
-Pero que  pasa? 
Las chicas no veían bien.
Siguieron los disparos que 
acertaron a las chicas, la sangre salía a borbotones, se hizo el silencio, alguien quitó la venda a Menta.
Era el auxiliar que le había ayudado, estaba herido, cayó sobre ella mientras se mezclaba la sangre, sabia que iba a morir, buscó
 a Mina, estaba a su lado con el otro auxiliar.
Vio el gato negro con la cola blanca. 
Llevaba un colgante, Sam, leyó.
Y no pudo mas, se desmayó.
Quien la habría convencido, para que fuera a aquella clínica, pensaba.

Menta, Menta, Menta...
 
-Como?
Estaba muerta pero oía a su amiga llamarla. 
Su voz no sonaba, no podia y fue abriendo los ojos. 

La clinica, Mina se levantó rápidamente, se tocó todo el cuerpo, ni rastro, no tenia nada, estaba viva y Mina a su lado. 
Salió corriendo
Mientras oia al doctor asegurándole que habia firmado un contrato, que  no podia demandarlo.
Llegó a la calle, con Mina.

Allí respiró, lo vió, era el auxiliar que descubrió en el sueño, era el, pero... 
Estaba sentado en aquella terraza.
En su regazo tenía el gato, lo acariciaba. 
Ella se acercó, el sonreía. Vió el collar, si era Sam, el gato.
-Me llamo Menta le dijo y tu? 
-Yo soy Adan. Contestó el.
-Me salvaste tu, le preguntó. 
-Si era yo, contestó. 
-Donde estabas?
-Que más da. Estoy aquí. Sam me ha traido de tu sueño. Se besaron.

Cuando veas un gato, fíjate bien, si es negro con la cola blanca, podría ser Sam.

26 may 2013

Celeste.


Celeste

Anoche, mientras acariciaba mi gata Monie, acurrucada en mi regazo, me explicó esta fantástica historia, que vivió en una de sus siete vidas. 
Ya se que pensais, Monie no habla, no, se comunica mentalmente conmigo.

Era una mañana de verano, con un sol resplandiente, Celeste decidió acercarse a la playa, era joven y con ganas.
Estaba en esa edad donde aún no tienes nada vivido, pero mucha experiencia. Vivia sola y muy a gusto. Se lo permitia su bienestar. Tenía una familia aposentada economicamente y estaba buscándose a si misma. Celeste decidió acudir a una pequeña playa naturista, para ponerse morena entera y no tener esas estridentes marcas del bikini.
No había nadie
Decidió tumbarse cerca del agua, estiró la toalla, se quitó el top que llevaba y el mini pantalon tejano. Se puso crema por todo el cuerpo. Poco después llegarían más personas. 
Una pareja se acomodó en la otra punta, un joven se acercó a ella.
Observó el estado del agua, dejó caer su toalla cerca y  se quitó la camiseta, dejando ver todos sus músculos. A continuación se deshizo del pantalón, tipo bañador, Celeste, con disimulo, agudizó la vista, el chico no llevaba nada más. Pudo ver que estaba bien equipado e iba depilado. 
Los músculos se perfilaban en su cuerpo atlético.
El chico se metió
rápidamente en el agua, nadó un poco y al salir, mojado y a la vista de Celeste, se tumbó en la toalla. Mientras ella lo observaba, le sorprendió como se acercaban desde el cielo, varios hombres en parapente.
Celeste sabia que era zona apta para practicar kitesurf y parapente, pero no habia visto nunca tantos juntos allí.
Al instante y sin poder reaccionar, los hombres tomaron tierra, rodeando a Celeste y aquel chico. 
Les lanzaron una red para inmovilizarlos.
Celeste, mientras gritaba de miedo, vio a los hombres con unas máscaras doradas.
Solo notó que la rociaron con un spray y todo se oscureció. 
No oia nada ni veia nada. No podia moverse. Estaba muy asustada.
Abrió los ojos, lentamente, le pesaban y tenía dolor de cabeza. 
Estaba encerrada en una jaula dorada, aunque  podía salir entre los barrotes, seguía desnuda, pero la temperatura era buena, no tenia frío. 
Enfrente había otra jaula igual y dentro aquel chico de la playa, aún aturdido. 
En su cabeza resonaba una voz.
-Ayúdame, llegó a entender. 
Pero... Quien?
-Quien me habla, dijo Celeste, mirando a su alrededor. 
-Soy yo, volvió a oir en su cabeza. Estoy en la jaula de oro, me comunico contigo así, resonó en la cabeza de Celeste, para que nadie mas pueda oírnos, no hables, solo piensa, yo te escucho.
Celeste no acababa de entender nada. 
Pero, le dijo.
-Yo puedo salir de esta jaula sin problemas
-Claro, le contestó el chico, tu eres humana, pero ellos no lo saben. 
-Cómo? Humana? Ellos? Esto es una broma de la tele?
-Antes de volverte loca, y si me ayudas a salir, te lo explico.
-De acuerdo, contestó Celeste.
-Mira me llamo Larry, pertenezco a una pequeña colonia, vinimos de un planeta cercano al tuyo, la guerra allí nos obligó a emigrar, siempre hemos sido pacíficos, somos iguales a vosotros en casi todo, pero nuestra mente está más evolucionada, nos comunicamos de forma telepática, la única diferencia física es un apéndice que tenemos continuando el hueso sacro, vosotros lo perdisteis antes, pero lo disimulamos para convivir aquí. 
Todo iba bien, hasta que un pariente mío decidió meterse en política y beneficiarse de eso. 
Se destapó y los militares nos buscan para estudiarnos.
Saben que el Oro nos paraliza, por eso estamos en estas jaulas.
Tu puedes ayudarme, eres humana y no te afecta.
Celeste lo pensó y le dijo.
-Si te ayudo, quien me asegura que luego no tendré problemas. 
El le contestó.
-Si no me ayudas, a ver como les convences que eres humana. Te haran mil pruebas para estudiarte antes de descubrirlo. Celeste aún sin convencimiento, decidió ayudarlo. Salió de su jaula, abrió la otra y abrazando a Larry, consiguió sacarlo de allí, mientras salían de la habitación, Larry le explicó que los habían encerrado solos, en una nave, muy cerca del mar. 
Los militares no se preocupaban porque sabían que el oro los inmovilizaba.
Pero ahora venia lo más difícil, salir de allí.
Celeste tendría que confiar en el. La única manera posible era saltando al mar. La nave estaba en una isla artificial en medio del océano, por eso los habían dormido, para trasladarlos.
Al saltar al mar, los rescatarían sus compañeros desde el fondo. 
Celeste, no sabia la razón, pero confiaba en el. 
Y al llegar al límite de la isla, saltaron al mar. 
Larry la abrazó y la arrastró al fondo. 
Celeste se asustó y pensó que todo se acababa allí, ahogada.
Mientras perdía el conocimiento, Celeste notó como los labios de Larry se tocaban con los suyos y, por segunda vez su mente dio paso a la oscuridad. 
No podía ser, al final moriría sin haber vivido la vida casi. 

Noto movimientos y se despertó, estaba en una cama, la luz era artificial, se incorporó y al asomarse por la pequeña ventana, sorprendida, entendió que estaba en el fondo del océano, una luz iluminaba el exterior y los peces se movían alrededor. 
Bonita vista, unos minutos estuvo observando absorta la impresionante ventana. Hasta que Larry entró con dos personas más y le dijo
-Celeste, estos son mis padres y parte de la colonia, vivimos aqui en el fondo del mar, para estar tranquilos, somos unos cien. Pero no tenemos descendencia, no lo entendería nadie. Sin embargo, tu me has ayudado y para
agradecértelo, serás la madre de mis hijos y podrás ser feliz aqui con nosotros. -Como? exclamó Celeste, yo quiero volver a mi casa, con mi familia, no quiero tener hijos y menos contigo, sin conocerte. No puede ser, lo siento.
Larry le tapo con su mano la boca y no dejó seguir hablando a Celeste.
-Ya está decidido y empezaremos mañana, descansa.
Sin casi moverse, Larry levantó los brazos y la trasladó levitando a la cama de nuevo, Celeste quedó dormida.
Al despertar a la mańana siguiente, Celeste no pudo con su asombro. Estaba de pie, enfrente de ella habia un tronco humano, con la barriga hinchada, parecía embarazada, con unos brazos sueltos y las piernas en el suelo, no entendía nada. 
Pero al mirar hacia abajo, vio que era su cuerpo, ella solo tenia la cabeza y estaba apoyada en una almohada. No podía gritar, no salía ningún sonido de su boca. Oyó a Larry.
-No te preocupes solo usaremos tu cuerpo, lo fecundaremos varias veces para que los nuevos miembros puedan crearse. A ti te pondremos uno nuevo, como tu quieras, más esbelto, mejor. 
En tu mente implantaremos un chip que te ayudará a entenderte con nosotros...

-NO, intentó gritar Celeste, pero no salió ningún sonido. Entonces notó como taladraban su cabeza, le estaban implantando el chip.
Una luz intensa empezó a deslumbrarla. 
Consiguió abrir los ojos, los rayos de sol le penetraban las pupilas. 
-Dónde? Se preguntó.
Celeste atinó a ver que estaba en la playa naturista,  el sol brillaba en el cielo azul. 
Al lado estaba aquel chico
Se habia dormido. 
El chico se acercó y le preguntó si estaba bien.
-Si, si dijo Celeste, siento haber gritado.
-Vimos que te habías dormido, tuviste una pesadilla, verdad? Le preguntó el.
-Si, contestó Celeste. 
-Mira, si quieres, le dijo el chico, mi novio está allí, es médico, le digo que te eche un vistazo. 
-No, no tranquilo, le contestó Celeste, estoy bien, habrá sido un poco de insolación, me voy a casa. El chico volvió a su toalla. Y al girarse, ella lo miró.
Algo colgaba ligeramente del hueso sacro del chico. Era una cola, pequeña y cortita. 
-Lo era? se preguntó Celeste. O fue el sol.
Decidió vestirse rápidamente y salir corriendo de aquella playa.