29 ene 2013

Las apariencias no engañan.


-Que dura es la vida de un policia, pensaba Victor. Mientras acudia a detener una sospechosa.
Julia descansaba en el sofà, se habia desvanecido no sabia como, al volver su novio Luis la encontró en el suelo, el susto fué mayúsculo. Estaba recuperándose cuando llamaron al timbre.
Escuchó la conversación tumbada aún. Un policia preguntaba por ella, el novio no queria dejarlo entrar, pero no tuvo mas remedio.
Julia estaba aún aturdida cuando Luis y el policia pasaron al salón.
-Lo siento si la molesto, le dijo el hombre. Pero nuestras investigaciones en el lugar del crimen nos llevan a usted.
Es Julia, verdad, continuó.
-Si, contestó ella
-Ha hablado usted alguna vez con Sor Josefa.?
-Si. Claro. Queria saber que pasó con mi hermana, nos separaron al nacer y ella me dijo que habia muerto.
-Y usted que hizo entonces, siguió el policia.
-Pues nada, me dijo que pidiera el certificado de defunción en el registro.
-Ya, ya, respondió el, solo que a la monja la han encontrado muerta.
-Como? Que dice? Se sorprendió Julia.
-Usted fué la ultima persona en hablar con ella, segun un libro de registro que llevaba.
Ahora están analizando varias pruebas que han escontrado, entre ellas pelos en sus manos. Parece que hubo lucha.
Tendrá que venir a declarar.
-De acuerdo, dijo Julia. Pero yo después de hablar con ella, me marché, fuí a hablar con un doctor que colaboraba con ella, Don Perico, que fué quien certifico la muerte de mi hermana.
-Disculpe, continuó el policia, tengo que atender al teléfono.
Y Victor recibió otro mensaje.
-Si, si, aqui estoy con ella. De acuerdo.
Lo siento Julia, tendrá que acompañarme, han encontrado muerto tambien al doctor.
-Como dice? Pero no puede ser, yo no he matado a nadie.
-A ver Julia, continuó el policia, visitó a alguien mas, siguiendo el rastro de su hermana.
-Bueno, si. Pero prefiero no decirselo.
-Lo siento, dijo el policia, pero tendrá que explicármelo.
-Si, respondió Julia. Antes de visitar a Sor Josefa, hablé con un juez retirado que llevó casos de robos de bebés donde ella siempre salió bien.
-Tendremos que investigarlo tambien. Y ahora acompáñeme.
Al llegar a la comisaria, Victor hizo investigar tambien al juez y sus temores se hicieron realidad, tambien lo encontraron muerto.
En los tres casos las pruebas incriminaban a Julia.
-Le vamos a traer un abogado para que la defienda, le dijo el policia, pero mucho me temo que hay muchas pruebas en su contra.
Mientras Julia hablaba con su abogado, este no entendia como si había matado a esas personas pudo dejar tantas pistas. Era demasiado claro todo.
-Yo creo, le dijo Julia que alguien las ha matado y quiere cargarme la culpa a mi.
-Pero tenemos que demostrarlo, le contestó el abogado.
-Julia continuó, desde que empecé todo esto mi compañero está muy raro conmigo y ahora desconfío de el.
-Tranquila Julia, mi equipo intentará buscar otras alternativas.
Eran las tres de la tarde cuando sonó el movil del policia, era el abogado.
-Recuerda a Julia, pues la han intentado envenenar, creemos que su novio aprovechando la visita le ha dado alguna cosa, ahora está en el hospital.
Victor acudió a comisaria para ver que habia pasado.
Le explicaron que despues de la visita de su novio, Julia se encontró muy indispuesta y tuvieron que llevarla al médico.
Alli fué Victor.
-Que ha pasado doctor?, le preguntó el policia.
-Pues, parece que a Julia la estaban envenenado lentamente y hoy han vuelto a intentarlo.
Ahora está descansando.
El policia pasó a verla.
-Que ha pasado le preguntó y Julia aún muy débil le contestó.
-Ya desconfiaba de mi novio pero no pensé que querría matarme a mi tambien.
-Tambien? Interrogó el policia.
-Si, creo que fué el quien mató a esa gente y puso las pruebas para incriminarme.
Mi abogado esta investigandolo todo.
-Ya, dijo el policia, y que razones tenia?
-Pues creo que son económicas, somos socios en una empresa con muchos beneficios, si consiguiera apartarme seguro que la controlaria el solo, aprovechandose de mi necesidad de encontrar a mi hermana lo urdió todo, y más sabiendo que la trama con mi hermana muerta le ayudaria para que todos creyeran que fui yo.
-Ya,ya, contestó Victor, pero todo eso lo investigaremos nosotros, no se puede acusar a nadie sin pruebas y hasta ahora todas apuntan a usted.
Sonaba de nuevo el movil de Victor.
-Si, dijo el.
Vale, de acuerdo. Voy ahora mismo. Y colgó.
Julia puede ser que tenga suerte, han encontrado algo interesante mis compañeros. Pronto volveremos a vernos.
El policia no observó la timida sonrisa enigmática de Julia al marcharse.
-Que habeis encontrado? Preguntó Victor a sus compañeros.
-Pues mientras los pelos en las manos de los tres cadaveres pertenecen a Julia, es curioso que solo estuvieran agarrados, sin fuerza, en cambio en el cuchillo que usaron para matar al doctor, la única arma encontrada por ahora, hay sangre de los tres muertos y por lo que parece de una cuarta persona, no sabemos si otra victima o el asesino.
-Segun deducimos, dijo Victor, parece que el arma homicida es la misma en los tres asesinatos.
Solo queda comprobar algo mas, ir a buscar una muestra de sangre del novio de Julia, el unico que estaba al tanto de todo.
Ya que la sangre no es de ella, sino coincide tendremos otra victima.
-Voy pues.
Victor se dirigió a la casa de Julia en busca de su novio.
Algo no le gustó al encontrar la puerta abierta, pidió refuerzos y entró.
La visión era dantesca, el abogado de Julia estava tumbado en el suelo en un charco de sangre, lo habian tiroteado, estaba muerto,
Victor con mucho sigilo entro en la habitación.
Alli estaba el novio de Julia, aún tenia el revolver apoyado en la mano, se habia disparado un tiro en la boca.
Despues de investigar todo lo sucedido, la policia determinó que Luis, el novio de Julia habia matado a los tres. Inculpando con pruebas falsas a su novia, al ser investigado por el abogado que defendia a Julia lo mató tambien, pero al verse descubierto decidió suicidarse.
El caso se cerró, estaba todo muy claro, Julia volvió a su casa muy afligida, habian estado a punto de matarla.
Victor felicitaba a su equipo por la rápida resolución, cuando un avispado ayudante le dijo.
-Todo, todo no está tan claro, no en el cuchillo pero si en la ropa del juez hay rastro de sangre que coincide mucho con la de Julia, aunque no es de ella, está sin identificar.
No te preocupes dijo Victor, a veces las casualidades se dan, la sangre no sabemos de quien es, pero el caso esta resuelto.
-Ya, pero siguió el ayudante, y como explicamos los pelos que encontramos en casa del doctor, se vuelve a repetir la coincidencia con el adn de Julia pero no exactamente.
-A ver, dijo Victor subiendo la voz, déjalo ya, y si el doctor tenía una amante? El caso está cerrado.
Sonó el movil de Victor, digame?
-Por favor quieren matarme, necesito que venga.
-Julia?
El policia salió corriendo, con el coche llegó rápido, al salir solo oyó el ruido, no tuvo tiempo para más, desde una motocicleta le dispararon dejandolo muerto en el suelo.
La noticia salía en todos los informativos.
Tirotean un policia, la investigacion parece encaminada a un ajuste de cuentas. El policia llamado Victor habia conseguido encerrar a varios peces gordos de clanes mafiosos.
-Lo ves Julia, mi plan es perfecto, conseguimos matar a quienes nos separaron con mentiras.
-Pero, porque mataste tambien al abogado?
-No seas simple Julia, hubieran investigado más al pobre de tu novio, que sin darse cuenta está muerto.
Lo del suicidio fue una jugada maestra, nos quitamos a dos pájaros de un tiro.
-Por quien me sabe mal, es el policia, pobre Victor y lo bien que me trató.
Son daños colaterales, ahora estamos solas tu y yo, y despues de vender la empresa, nos iremos muy lejos juntas.
-Si Juani, que ganas tenia, dijo Julia.
Pero un avispado policia leia el diario y compartia con sus compañeros.
Mirar esto, dijo, esta no es aquella mujer que intentaron envenenar y acabó en un caso de cinco muertos?
-Es verdad, pero...
Quien está a su lado?
-Parece su hermana.
A la cabeza del policia vinieron muchos recuerdos, la sangre desconocida, los pelos sin identificar.
Y su mente empezó a discurrir.
-Y si... Pensó.

26 ene 2013

Nunca digas que no...


Cruzaron las miradas, Eva sabía como llegar, abrió un poco mas el escote, se giró y chocó con el, dejó caer la compra al suelo y se arrodilló delante para recogerla, justo a la altura de su entrepierna, el se giró, rozando su cara, al instante tambien se agachó para ayudarla, disculpándose y con sus ojos a la altura de sus pechos turgentes. El no podía apartar la vista de ellos, Eva atacó, lo miró directamente a los ojos y le preguntó;
-Te gustan?
-Sii, bueno perdona, contestó el.
Se levantaron y Eva con su mano le volvió a rozar la entrepierna con disimulo, pero marcando el territorio.
-Sígueme, le soltó.
El hombre sin dudarlo fué detras de ella, hipnotizado. Llegaron al coche y ella se tiró encima de el, subiendo la temperatura del momento.
Pero, contestó el:
-En el coche, nos pueden ver.
-Tranquilo dijo Eva, este parking es discreto, desnúdate y tómate esto.
Era una pequeña ampollita con un líquido dulzón rojizo.
-Que es? Preguntó el.
-Tu bébetelo y descubrirás un nuevo mundo.
Ella ya estaba preparada, la excitación del momento era máxima y cabalgó y cabalgó hasta el éxtasis.
El hombre no podía más.
Su corazon latía muy rápidamente.
Ella se vistió, empujó al hombre fuera del coche, y se marchó.
El se despertó en el hospital, tenía un policia delante de la cama observándolo.
-Veo que ya despertó, oyó que le decian.
-Que ha pasado? preguntó.
-Bueno, esto es un poco embarazoso, dijo el policia. Está usted aquí solo para ser interrogado.
Sabemos que hay una mujer que de algun modo hipnotiza hombres, se los lleva al coche y mantiene relaciones sexuales hasta que mueren.
Hemos detectado ya diez casos en un mes, pero tiene suerte, usted es el único que ha salido vivo.
Nadie mas lo sabe, ahora necesitamos que nos cuente que pasó para poder atrapar a esa asesina.
-A ver, contestó el, la verdad es que recuerdo muy poco, se que choqué con una mujer y al agacharme para ayudarla perdí la noción, despues solo ví una ambulancia y ahora estoy aquí.
-De acuerdo dijo el policia, si consigue recordad mas cosas, díganoslo.
Pero la verdad es que no tenia ninguna intención, se dijo al quedarse solo.
Se vistiò, salió discretamente y escapó.
Eva buscaba otro hombre atractivo para continuar su experimento, era una cientifica muy inteligente con un descubrimiento excepcional, pero por los recortes de las ayudas a su laboratorio no había podido
desarrollarlo y ahora lo estaba usando en su propio cuerpo y el de hombres, como conejillos de Indias, sin que ellos lo supieran.
Era un potente estimulador sexual, una droga que al tomarla despertaba la líbido por encima de todo y conseguía unos orgasmos excepcionales. Pero, a pesar de que podría ayudar a mucha gente, el no poder controlar la dosis, por culpa del abandono del estudio, lo hacia mortal.
Eva estuvo rebajando la dosis, pero hasta ahora todos los hombres habían muerto, menos el ultimo.
Con la dosis mas ajustada volvería a probar.
Aparcó el coche en un parking cerrado como siempre y buscó por los alrededores, tenía su ampolla y la del hombre a punto. Preparó el spray con la fórmula secreta, su otro descubrimiento, para hipnotizar a su presa y se fijó en otro hombre.
Lo siguió, entró en el super.
Se abrió el escote y chocó con el..
Pero Eva no esperaba el desenlace, otro hombre la agarró del brazo para ayudarla a levantarse mientras se disculpaba del primero.
-Lo siento señor, oyó que decia. Mi mujer está un poco nerviosa y se ha caido, pero no pasa nada, tranquilo. Mientras el hombre se marchaba, sin decir nada, Eva levantó la vista para ver quien estaba ayudándola.
-Tú? Le preguntó. Que haces aqui? Continuó interrogándole Eva.
-Ya me ha dicho la policia que eres una asesina, pero eso que me hiciste, ese éxtasis que me conseguistes es impresionante y quiero volver a sentirlo.
Supongo que tu coche está por aqui, verdad? Preguntó el hombre.
-Si, claro.
-Mientras explícame que usas, es una droga, no?
-Si, dijo Eva, soy científica, mi laboratorio me ha despedido por falta de dinero, había descubierto esta droga que despierta extremadamente la líbido y consigue orgasmos increibles,pero no pude ajustar la dosis, creí que prácticando con otros hombres conseguiría controlarla y poderla vender, pero todos se morían, menos tú.
-Si, lo sé y quiero repetir, dijo el hombre.
Subieron al coche, tomaron la droga, se desnudaron y volvieron a mantener relaciones...
explosivas...
Sus corazones batían al límite, sus poros notaban toda la excitación, cabalgaban y cabalgaban, cuando el efecto de la droga remitía, decidieron subir la dosis y durante un buen rato siguieron copulando, un orgasmo tras otro.
Hasta que sus corazones no aguantaron el ritmo y explotaron.
Se quedaron los dos juntos, desnudos en el coche.
Muertos.
Con una sonrisa placentera en sus caras.
La policia descubrió los cuerpos y recogieron las pruebas, entre ellas un spray de defensa y una petaca transparente con un líquido rojizo.
Pero en la investigación nunca consiguieron descubrir que droga había producido la muerte de la pareja, catalogándola de novedad.
Aquella noche en casa de un inspector de policia que llevaba el caso, el líquido rojizo volvía a usarse.
-Estas seguro, le decia su mujer.
-Claro, si tu hubieras visto la cara de felicidad de los cadáveres.
Venga, lo bebemos a la vez, total. Solo se vive una vez.
Los gritos y el escándalo de aquella noche en el edificio hicieron a los vecinos llamar a la policia.
Descubrieron de nuevo dos cuerpos unidos, desnudos y con una sonrisa de máxima felicidad.
Esta vez la petaca estaba vacia.