28 may 2013

La verdadera historia de Monie


Buenas noches, hoy os traigo una nueva historia, bastante desconcertante, real como la vida misma.

Hace un tiempo, como algunos sabéis soy comercial, un cliente me comentó el hecho que ahora os relato y que dió paso a estos cuentos.

Me explicó que conoció una chica a traves de un chat, Monie se llamaba.
En poco tiempo tuvieron mucha confianza entre ellos.
Monie le dijo un dia que su marido era muy celoso y controlaba todo lo que hacía, le avisó para que tuviera cuidado al hablar con ella.
El marido de Monie era ingeniero, experto en robótica y pasaba muchos días fuera de casa, por eso ella le agradecía su compañía.

Una noche Monie estaba muy contenta, le dijo a mi cliente, que su marido le habia traido un gatito negro, muy cariñoso, con una curiosidad, su rabo era blanco.
El animal nada más entrar en casa se subió a su falda, estuvo pidiendo caricias todo el rato, Monie veia algo raro en el.
El gato tenía una cara extraña, unos ojos muy brillantes y con una mirada penetrante, la observaba siempre a ella.
Pocos dias despues, como cada noche, mi cliente se dispuso a hablar con Monie, pero la encontró escondida en un trastero.
Sin luz, muy nerviosa y agitada, explicó que su marido la espiaba, pero no sabía como, tenia miedo. 
Se enteraba de todo lo que hacía.
A su lado tenia al gato, del único que se fiaba. 
Cada día que aparecía su marido, le recriminaba todos sus actos. Conocía sus movimientos, con quien hablaba por el chat, incluyendo a mi cliente, y la había asustado.
Monie no sabía que hacer, no quería tener problemas con los celos de el, estaba escondida para que no pudiera ver nada.
Mi cliente se ofreció a hablar con el marido para tranquilizarlo y explicarle que solo era una amistad, nada más, pero por chat.

Monie nunca quiso que se acercara, pensaba que sería peor aún, mantenía al gato en su regazo mientras hablaban. Y...
Le pidió un favor. 
Quería su ayuda para desaparecer, marcharse y empezar una nueva vida, lejos de su marido.
Mi cliente no daba crédito, le contestó que podía ayudarla, pero de una forma temporal, nada más.. No estaba preparado, aunque aceptó, la vió tan mal, que decidió contactar con servicios sociales y dar a conocer el caso de Monie. Llamó.
Aunque no tenia su dirección, si pudo dar los suficientes datos para que la encontraran, y se pusieron en marcha.
Al llegar a la casa, un chalet muy bonito en una urbanización, abrió la puerta un hombre. 
Muy sorprendido al verlos.
Dijo ser ingeniero, pero soltero y vivía solo, con su gata, de pelo negro y ojos muy brillantes, muy cariñosa.
No entendía de que le hablaban, si tenía conexión a internet, pero volvió asegurar que vivía solo y no tenía pareja. 
Muy extrañados los asistentes sociales, después de entrar en la casa y no ver nada raro decidieron irse y contactar con mi cliente.
Al explicarlo, el no creia posible la situación.
Espero a la noche, no podía hacer nada, a ver si Monie volvía.
 Y justo a la misma hora de siempre ella apareció. 
-No puedo creerlo, le dijo. Te he enviado al asistente social. Donde estabas? Tu marido les ha convencido que vivia solo y no estaba casado, no me tomaras el pelo? Dime alguna cosa.

Y entonces la sorpresa fue mayúscula, la explicación de Monie era increíble, tanto que aún estoy intentando entenderla.

En vuestra mente quedará la posibilidad de creerla o no, yo no puedo hacer nada por ayudaros, sigo desconcertado aún.
Os quiero aconsejar que no sigáis leyendo, porque está en riesgo vuestra salud mental, os he avisado.
Si quereis conocer la verdad y estáis preparados...

Monie confesó a mi cliente, que ese hombre no era su marido, sino su dueño, la quería mucho, no dejaba que nadie la tocara.
Ella queria escapar pero no podía, intentó hablar con los asistentes, pero no la entendian, solo sabía escribir, no hablar.

Monie era una gata, negra, con los ojos muy brillantes, era el experimento robótico de su dueño. 
Y vaya gata...
Y yo sigo pensando desconcertado, que la locura nos atrapa sin avisar, pero muchas veces atrae felicidad. 
Gracias locos!!
 La verdad, puedo hablar con esa gata de vez en cuando y aun dudo de la veracidad de la historia. 
Monie si lees esto, disfruta!

Pero mi cliente, que se había comprometido con Monie para ayudarla, después de saber que era una gata, se acercó a la casa y habló con el dueño.
Consiguió comprarla, llevándola a su casa, como quería ella.

Muchas veces viene a verme y me explica historias increíbles.

El otro día, disipó mis dudas, pues hablaba siempre de Sam y pude conocerlo.

Me presentó a su amigo.
Era un gato mágico, podía convertir en realidad tus sueños decía, era otro de los experimentos del ingeniero robótico.
Según Monie su poder mágico lo consiguió al descargar una noche de tormenta sobre el laboratorio donde se creo Sam.
 Y pasó a demostrarlo con esta historia. 
Vosotros decidis.

Una tarde de verano, con buena temperatura, dos amigas, una rubia Mina, y otra pelirroja Menta, compartian una copa.
Las dos amigas disfrutaban del verano en una terraza, viendo el mar, en la parte norte del país. Hablaban de su vida, estaban  separadas y con experiencias mediocres con hombres, buena economía y una edad aún muy atractiva. 
 Un gato las miraba,  Menta se percató y comentó:
-Mira que gato, tiene el rabo blanco, es curioso. Mientras Mina hojeaba una revista. Sonrieron.
-Sabes Menta, dijo. Cambiaría todo lo que tengo, que no es poco, por un hombre que me quiera de verdad. 
-Yo tambien, pensó ella.
-Mira que anunció más extraño, comento Mina.
-Leelo. 
-Dice; quieres sentir nuevas experiencias  sensoriales? Llama al teléfono.
Mientras tu disfrutas de agradables sorpresas, nosotros te estudiamos. Atrévete! 
-Sabes, dijo Menta, igual
encontramos cosas nuevas o la persona que  nos atiende vale la pena. 
Mina llamó y concertaron una cita aquella tarde.
Decidieron ir y al marcharse, otra mujer que oyó la conversación, recogió la revista de la mesa. 
Por más que buscó
no supo encontrar ni el anuncio ni el teléfono. 

Mientras el gato con el rabo blanco, mas conocido por Sam, salió corriendo.

Las dos mujeres acudieron a la consulta, alli las recibió un doctor sonriente, con ojos azules muy claros y les explicó:
-Teneis que firmar una autorizacion, la prueba consiste en inyectaros un nuevo producto que controla vuestro cerebro un rato.
No os preocupeis, porque luego se elimina solo, pero las  microparticulas que contiene, nos permite hacer que disfruteis  de la experiencia mientras estudiamos vuestras reacciones.
El programa tiene tres fases, una estimula el miedo. La segunda despierta la aventura y una tercera animará vuestra sensualidad. 
Cada persona lo vive diferente. os atreveis?

Las dos chicas estaban encantadas,firmaron el contrato y entraron en una sala interior. Allí dos auxiliares las esperaban.
Menta y Mina empezaron una experiencia diferente, mientras las preparaban, adivinaron a ver aquel curioso gato.
Pero cuando más confiadas estaban, estiradas en sus literas, un estruendo muy grande y muchos gritos las sorprendieron.
Unos cinco hombres con la cara tapada entraron en la sala disparando contra el techo, apartaron a los auxiliares y atraparon a las dos mujeres, introduciendolas en sendos sacos de lona que cerraron al instante. 
Un rapto pensaron, nooo!!

Pero sus gritos no se oian, no podian hablar, el liquido que les habían administrado en la prueba no les dejaba moverse. 
Los hombres se las llevaron.
No sabían que pasaba, dentro del saco solo oían gritos y disparos. Las dos pensaron que moririan.
Poco después notaron como las cargaban en un transporte, aunque había alguien mas allí. 
Empezaron a oír un zumbido, como gas quemándose. Notaron que ascendían, la barriga les flotaba, rápidamente, seguía el zumbido. 
Estaban muy asustadas. Se oían golpes y gritos.
Al poco cesaron.

Notaron como habrían los sacos. 
Esperaban lo peor, cuando al asomar no entendieron nada.
Los auxiliares de la clinica estaban alli, en el globo aeroestatico con ellas. 
Les explicaron la situacion.
Unos hombres las habían raptado  y subido al globo, para llevarlas a alguna parte y pedir un rescate.
A ellos también, pero habian podido escapar, enfrentándose y tirándolos de la cesta, al vacío, ahora estaban solos allí.
Se abrazaron a los chicos, el miedo y la excitación se unían, pero ahora venía lo peor, como bajar de allí.
Decidieron agarrarse bien con las cuerdas, por parejas  y dejar enfriar el aire para que el globo bajara.
Descendió sobre el mar, el globo quedó flotando en el agua.
-Ahora que hacemos, dijeron.
Cuando vieron un gran barco lejano.
Los divisó a los cuatro flotando y se fue acercando, lanzaron una pequeña barca y los recogieron. 
Subieron.
Aunque se arrepintieron de hacerlo. 
Los hombres eran piratas, se dedicaban a desvalijar embarcaciones de turistas despistados.
Nada mas subir, entendieron que no eran rescatados. 
Las separaron de los dos chicos y las llevaron a una bodega.
Se sentían gritos, mucho ruido, muchas risas y cada vez Mina y Menta se asustaban más. 
Al poco de cesar unos disparos, abrieron la bodega, los piratas las llevaron a un armario, les quitaron la ropa y las metieron dentro.
Al momento vieron que estaba lleno de agujeros, por allí metían sus manos y las estuvieron tocando sin pudor, mientras ellas gritaban.  Solo notaban  manos deslizandose por su piel, muchas, sin control. Caricias robadas.
Desconocidos.
Subía la temperatura. El juego duró bastante.
Después cesaron, se abrió el armario, les taparon la cara y las estiraron en una mesa 
Al oido les susurraron:
-Si os estais quietas, mientras comemos, salvareis la vida, mientras el cuchillo rozaba su cara, sino al mar ireis. 
Menta y Mina aceptaron sin remedio.
Mientras pudieron ver como un gato les rozaba la cara, era negro. 
-Pero, pero... Menta pensaba, que hacen ahora? Les habían puesto encima del cuerpo algo muy viscoso, la venda que les  tapaba la cara permitía ver algo, era una mayonesa, ahí los piratas rebozaban las gambas que estaban comiendo.
Había muchos.
Después, encima de las chicas, pusieron una mezcla de puré que los hombres comian sorbiendo de la piel.

El vino corria entre los piratas, mientras Menta y Mina estabas quietas y muy preocupadas. 
De pronto se oyeron disparos de nuevo.
Esta vez los piratas caian al suelo.
-Pero que  pasa? 
Las chicas no veían bien.
Siguieron los disparos que 
acertaron a las chicas, la sangre salía a borbotones, se hizo el silencio, alguien quitó la venda a Menta.
Era el auxiliar que le había ayudado, estaba herido, cayó sobre ella mientras se mezclaba la sangre, sabia que iba a morir, buscó
 a Mina, estaba a su lado con el otro auxiliar.
Vio el gato negro con la cola blanca. 
Llevaba un colgante, Sam, leyó.
Y no pudo mas, se desmayó.
Quien la habría convencido, para que fuera a aquella clínica, pensaba.

Menta, Menta, Menta...
 
-Como?
Estaba muerta pero oía a su amiga llamarla. 
Su voz no sonaba, no podia y fue abriendo los ojos. 

La clinica, Mina se levantó rápidamente, se tocó todo el cuerpo, ni rastro, no tenia nada, estaba viva y Mina a su lado. 
Salió corriendo
Mientras oia al doctor asegurándole que habia firmado un contrato, que  no podia demandarlo.
Llegó a la calle, con Mina.

Allí respiró, lo vió, era el auxiliar que descubrió en el sueño, era el, pero... 
Estaba sentado en aquella terraza.
En su regazo tenía el gato, lo acariciaba. 
Ella se acercó, el sonreía. Vió el collar, si era Sam, el gato.
-Me llamo Menta le dijo y tu? 
-Yo soy Adan. Contestó el.
-Me salvaste tu, le preguntó. 
-Si era yo, contestó. 
-Donde estabas?
-Que más da. Estoy aquí. Sam me ha traido de tu sueño. Se besaron.

Cuando veas un gato, fíjate bien, si es negro con la cola blanca, podría ser Sam.

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