21 feb 2013

Mírate bien al espejo.


Lili se miraba en el espejo, a punto para ir a trabajar, recién levantada y saliendo de la ducha matinal.
Observó esas pequeñas arrugas bajo los ojos mientras pensaba.
-Ya va siendo hora que arregle mi vida. No hay manera de encontrar un hombre que me acepte y me devuelva la chispa para vivir feliz, además quisiera tener algun hijo ya, la edad empieza a dejarse notar, mis treinta y alguno, jajaja, me empiezan a pesar, si consiguiera un novio rico podría dejar de trabajar en esa oficina asquerosa y aburrida, llena de viejos y vagos.
Mientras se acercaba al espejo para mirarse bien, tropezó con algo que había en el suelo y se dió un golpe muy fuerte, cayendo al suelo.
Despertó dolorida, se levantó viendose una pequeña herida en la frente que se curó rapidamente, mientras maldecía su caida.
Se perfumó como siempre y salió a la calle para ir a trabajar.
Al bajar las escaleras quedó sorprendida.
-Debe ser el golpe, pero hubiera jurado que las escaleras siempre habían girado a la derecha.
Salió a la calle, se acercó a la parada del Bus.
-Debo estar trastornada o estos buses son nuevos.
Espera, pero si circula por la izquierda.
No entiendo nada.
Llegó a la oficina y al entrar, una secretaria salió a su encuentro.
-Buenos dias Lili, su agenda está a punto en la mesa de su despacho, oía que le decía, café capuccino como siempre?
Ella asintió sin entender nada, como? pensaba, capuccino? si a mi me gusta el café solo, largo y sin azucar.
Pero decidió esperar acontecimientos.
Entró en el despacho y su nombre brillaba en la mesa.
-No puede ser, cuando me has ascendido, pero no tuvo tiempo de pensar nada mas, la secrerataria entró al momento.
-Lili. Recuerde que hoy tiene la comida con su marido y luego sus hijos vendrán con sus compañeros para la visita anual a la oficina.
Esto ya la alertó demasiado.
-Pero, mi marido y mis hijos? Que estás diciendo?
-Tiene algun problema hoy? Le preguntó la chica.
-Noo, no lo se, déjame sola a ver si me espabilo.
-Si, pero recuerde que Jym vendrá en un rato para su clase personal.
-Siii, si, de acuerdo, contestó Lili sin entender nada aún.
Se sentó en la mesa y vió la tarjeta transparente con su nombre, estaba al revés.
No podía ser.
Abrió la agenda y no podía leer nada, estaba escrito, si... Al revés.
Como? Se preguntó, salió corriendo, se cruzó con la secretaria y le preguntó;
-El lavabo, por favor?
-alli, al fondo, donde siempre.
Entró, vió el espejo, se acercó y...
Nada.
No había reflejo.
-No puede ser, no tengo reflejo.
Tocó con la mano pero era un espejo normal, se reflejaba todo el resto de la habitación, pero ella no.
Salió corriendo, de nuevo a su despacho y al entrar había un hombre.
-Quien eres tu? Preguntó.
-No juegues conmigo Lili, sabes de sobra quien soy, venga, cierra la puerta, túmbate aquí que te daré tu masaje diario y el extra.
Lili pensó que un masaje no le iría nada mal, se tumbó y se dejó llevar.
El hombre espezó a desnudarla, la untó con sus aceites y la masajeó relajadamente.
-Estas mejor ya?
-Si, contestó Lili.
-Bien, date la vuelta.
Ella lo hizo, las manos del hombre se esforzaban en relajarla, el aceite caliente ayudaba en el momento.
Sin darse cuenta estaba totalmente desnuda y la experiencia del hombre hicieron que el placer fuera en aumento.
Lili no podía explicarse como ese hombre con sus manos le estaban proporcionando tanto placer. El orgasmo se
alargó como nunca, la intensidad era tal que Lili no sabía si soñaba o se estaba muriendo. Hasta que despertó.
Estaba sola en el sofá del despacho, desnuda.
Se vistió al momento, volvió a la mesa y comprobó de nuevo su agenda, seguía al revés.
Empezó sus cábalas. Todo empezó con el golpe en el espejo.
-Y... Pensó; si hubiera pasado al otro lado del espejo con la caida, todo esto tendría explicación, las escaleras al revés, el autobús circulando por la izquierda, la falta de reflejo en el espejo, claro estoy al otro lado ahora.
Oyó la llamada de la secretaria.
-Lili, su marido la espera para comer.
Ella pensó que la única manera de volver era intentar saltar de nuevo a traves del espejo de su casa, pero la oportunidad que tenía de vivir otra vida le tentaba mucho, aqui era jefa, tenía marido, hijos y encima ya había conseguido el mejor orgasmo de su vida.
Pues decidió, vivir un poco más esta nueva experiencia.
Salió y un hombre la esperaba, alto, bien parecido, muy amable. Casi como lo había soñado siempre.
El le dijo.
-Venga amor mio, hoy para celebrar nuestro aniversario iremos a comer a tu restaurante preferido, te he pedido el plato especial.
Ella sonrió.
-La verdad, pensaba, cada vez me gusta más esta vida.
Entraron en el comedor, el camarero los llevó a un pequeño rincón. Les sirvió una copa de vino.
El hombre sacó una pequeña cajita del bolsillo mientras esperaban la comida.
-Toma, le dijo, tu regalo, no puedo esperar mas.
Ella, mientras abría la pequeña caja, se disculpó.
-Lo siento, el mio aún no está a punto.
-No te preocupes cariño, esperaré a la noche, le contestó el.
Como Lili había imaginado, era un bonito y caro anillo que ajustaba perfectamente en su dedo corazón de la mano izquierda.
Brindaron.
El camarero les acercó el plato.
-Ensalada fria de langosta regada con albariño y salsa romesco a la sal del océano, les dijo.
Lili pensó que nunca había comido langosta, pero decidió vivir intensamente esta nueva vida.
-Está deliciosa, dijo Lili.
-Como siempre que venimos, contestó el, luego felicitaré al chef.
Al acabar la comida se despidieron hasta la noche.
Lili volvió a la oficina, alli la secretaria le recordó que en unos minutos llegarían sus hijos con los compañeros de clase.
Ella se alegró mucho, tenía muchas ganas de conocerlos.
Entraron de forma ordenada, eran unos veinte, mientras les enseñaban al resto como trabajaban alli, sus hijos fueron a su oficina.
Quedó impresionada
Oyó;
-Mamá, mamá.
Al girarse vió un niño y una niña de unos ocho o diez años, muy guapos, elegantes y educados.
La saludaron efusivamente con abrazos y besos y continuaron su gira con los compañeros.
Lili reía, lloraba, era feliz, muy feliz. Como podía tener esa vida al otro lado del espejo. Pensaba.
Acabando la jornada, se despidió de sus compañeros y volvió a su casa. Está vez en taxi, se lo podía permitir, pensó.
-Nunca me acostumbraré a conducir por la izquierda, meditaba, en el coche.
Entró en casa, era igual que la suya, no había nadie aún.
Una duda la atormentaba, se acercó al baño, estaba el espejo, seguía sin ver su reflejo. Se acercó más para tocarlo, pero volvió a tropezar, golpeandose de nuevo en el.
Despertó con una herida en la frente, se curó, miró al espejo y alli estaba su imagen.
Maldiciendo, salió a la calle, las escaleras eras normales, los coches circulaban por la derecha, a pesar que era ya tarde, decidió acercarse a la oficina, en bus, su cartera estaba vacia de nuevo.
Entró, estaba como siempre.
Solo dos viejos verdes quedaban trabajando, que la piropearon y la invitaron a quedarse haciendo extras con ellos.
Lili salió corriendo.
-Que asco, pensó.
Volvió a su casa llorando, --No puede ser, yo quiero tu vida, le dijo a la imagen del espejo.
Mientras lo tocaba, lo golpeó con fuerza, rompiéndo.
La sangre borboteaba por su brazo.
Corrió hacia la habitación, allí tenía unas vendas, cuando llegó oyó una voz.
-Amor mio, que te ha pasado, tienes una herida y mucha sangre, ven que te curo, antes que vengan los niños y se asusten.
-Siii... Si. Dijo Lili.
-Con que te has golpeado? Preguntó el.
-Con el espejo del baño y se ha roto.
-Tranquila, mañana pondré uno nuevo. Acomódate aqui, mientras vienen los niños, la cocinera ya prepara la cena. Descansa.
Lili reía y lloraba. No sabía como pero estaba al otro lado...

18 feb 2013

No me arrepiento


Era una tarde preciosa la que elegimos para prácticar nuestro deporte preferido, caminar por la alta montaña rodeados de nieve. El sol brillaba en su cenit, aunque no calentaba mucho, la temperatura era suave. Íbamos bien preparados con ropa de abrigo y tiempo suficiente para caminar un tres o cuatro horas.
No esperabamos ese cambio tan brusco, nadie nos avisó. Además era el día perfecto, hacía dos años que salíamos juntos, por la montaña y por la ciudad, justo ese instante que piensas ahora me lanzo, mi sorpresa para ella estaba preparada, esperaba culminar la cumbre y a mildoscientos metros, mientras nos recuperabamos de la ascensión, sacar el anillo y ante el espectáculo tan bello y rodeados de montañas blancas, pedirle matrimonio.
Lo tenía todo preparado, había representado la función en mi cabeza cientos de veces. Además el día estaba de mi parte, fué fácil convencerla y salir a caminar.
Pero nadie nos avisó, ni las previsiones decían nada, aunque la montaña es tan inhóspita y engañosa.
A media ascensión, mientras reíamos y preparaba mi función, el viento entró con fuerza como un actor más, aunque inesperado.
En pocos minutos el remolino que produjo arrastró mucha nieve de las cimas más altas, en un momento estabamos rodeados de una niebla muy espesa que impedía ver nada, y sin darnos cuenta, el sol desapareció, un manto de nieve empezó a cubrirnos, fué todo tan rápido que no pudimos resguardarnos, tuvimos que parar, el frio empezó a dejarse notar, y observamos como nos sepultaba la nieve que caia.
Nos abrazamos para no perder mucha calor y esperamos un poco, a ver si amainaba.
El tiempo pasaba y en contra nuestra, cada vez era mas oscuro y el frio se intensificaba, la ropa nos protegía, pero no sería suficiente para pasar una noche a la intemperie. Teníamos que decidir, y ella se sacrificó por mi.
Me dijo, con razón, que intentar salvarnos los dos era inviable, la mejor solución era que yo intentara volver a buscar ayuda con parte de su ropa de abrigo y así tendría alguna posibilidad, sino moriríamos los dos.
Pero yo me negué, si teníamos que morir que fuera juntos, muy romántico pero muy poco práctico, ella intentó convencerme de nuevo, si yo conseguía encontrar ayuda, tendria alguna opción de rescatarla, pero me seguí negando a abandonarla.
Seguimos abrazados, ella cada vez estaba más débil, hasta que en plena noche se fué quedando dormida, por más que intenté despertarla, no pude, en sus últimos instantes la calor que desprendia su cuerpo luchando contra el frio me ayudó a mantener algo mas la mia.
Besé sus labios mientras le decía te amo, ella ya no estaba, estoy seguro que escuchó mis palabras desde arriba, no pudo despedirse.
Y sigue conmigo, cada día, es mi hada madrina, me ayuda siempre. Está ahí.
-Y despues de cuatro años, dijo la chica,aún no has conseguido pareja?
-Hasta ahora no he podido encontrar alguien que me llenara como ella.
-Pero tienes aún el anillo?
-Si, nunca pude enseñarselo, no tuve tiempo. Míralo.
-Es muy bonito, si, dijo ella mientras lo observaba.
-Pero, para ti tengo otro, ella me ha dado permiso.
-Ohhh!!
-Pero nunca me arrepentiré, se durmió en mis brazos.

17 feb 2013

El Rompecabezas


Donde estoy? Está todo oscuro. No me puedo mover. Creo que estoy boca arriba.
Si, seguro. No puedo mover los brazos, ni las piernas, de hecho ni las noto.
Pero donde estoy?
No recuerdo nada, ni quién soy.
Seré un hombre o una mujer? No recuerdo nada. Tampoco puedo hablar, sino saldría de dudas en relación a mi sexo.
Y ahora que?
Si pudiera mover los brazos notaría el recinto donde estoy y sabría algo más. Espera, y si estoy muerto?
Todo encaja, no me puedo mover y estoy tumbado, además no puedo mover las extremidades ni hablar. Pues va a ser eso, me he muerto y estoy esperando aquí en el ataúd.
Pero, entonces, porque pienso todo esto, no debo estar muerto.
Tal vez estoy en coma profundo, ahí las cosas encajan mejor, si!
Aunque si estoy en coma y puedo discurrir todo esto sería un descubrimiento, pues mucha gente en coma explica que siente la música, las voces, pero no puede comunicarse.
Espera, oigo ruidos, si unos golpecitos rítmicos, se alejan. Por lo menos se que algo escucho. Tambien pudiera ser que me hayan secuestrado y esté en un zulo minúsculo, aunque no puedo explicar la inmovilidad, claro, que si me han drogado.
Entonces debo ser alguien que tiene mucho dinero o muy importante. No se que es peor, la verdad.
A ver sigue pensando, mientras discurres, vives. Eso es lo que importa. Siento frio, pero no corre nada de aire. Eso si, puedo mover la mano, es una alegría, no siento las piernas, pero si las manos, aunque no los brazos y creo que veo, porque todo está muy oscuro, pero me parece que mis ojos funcionan. Empieza a tomar cuerpo que me han secuestrado, muerto no estoy, seguro. En coma tengo mis dudas, pero sin música.
Igual estoy en el famoso túnel ese y a punto de ver la luz.
Sigo pensando que estoy en un zulo.
Espera vuelvo a oir sonidos rítmicos, están escarbando?
Parece un perro buscando su hueso. Pero no ladra. Que extraño. Hace frio, llevo ropa, lo noto en la piel, pero el frio aumenta, aunque no estoy húmedo.
Vuelvo a oir un zumbido, va en aumento, es una máquina, no puedo explicarlo, pero parece una excavadora, me muevo, he notado un movimiento, sigue el ruido y aumenta la intensidad, espera la oscuridad se atenúa, no hay luz pero veo más, aunque aún está negro.
El ruido está más cerca, ahora oigo perfectamente.
No, ha cesado.
Son palas, están escavando con palas. Si, ahora los golpes suenan metálicos, donde estoy parece un recipiente de metal, pero sigo sin entender nada.
Empiezo a ver luz, si, cada vez mas claro, me hace daño en los ojos, a ver si al final he muerto, pero no puedo ir hacia ella, no puedo moverme ni vuelo ni nada.
El ruido ahora es extridente, suena a cristales rotos, pero muy apaciguado.
Oigo voces, si...
-Señor. Está bien?
Está aquí, hemos encontrado el coche, está dentro, el alúd lo ha arrastrado, pero está vivo.

16 feb 2013

ELLOS (III) No te fies de nadie aún


-Nadia te ha gustado la cena?
-Claro, amor. Venga vamos a por el postre, quiero repetir lo de anoche.
Los dos fueron al hotel, se encerraron en la habitación.
El se desnudó parcialmente, mantuvo puesta una camiseta muy estrecha, mientras la desnudaba lentamente.
Repasó toda su piel con su lengua, caliente y húmeda, preparándola para el éxtasis. Cuando estuvo desnuda y a punto, el se quitó la camiseta. Apareciendo sus alas en la espalda. Y se unieron.
Mientras se movían a dúo, el la abrazó fuertemente, sus alas empezaron a batir y volaron juntos, sus mentes se fusionaron incrementando exponencialmente el placer, cada minuto que pasaba era más intenso hasta desmayarse.
La tumbó sobre la cama, la tapó con la sábana. Estaba amaneciendo.
Se vistió y salió a la calle.
Andaba plácidamente cuando vió un banco, entró.
Sin decir nada, solo con su mente, abrió las alas y todos se desplomaron del dolor, parecía que los hubieran fusilado. Abrió la caja, cogió el dinero y se marchó, las sirenas del banco se dispararon.
No habia nadie en la calle, de nuevo sacó sus alas y voló. Aterrizó suavemente al lado del hotel. Pasó por recepción calmadamente y pidió el desayuno para la habitación.
-Nadia, despierta, viene el camarero.
-Ahh! Buenos dias, dijo ella, ya te has levantado?
-Si, claro, sabes que yo duermo poco. Venga come que te recuperes.
Mientras encendía la televisión.
-Mira que cuentan en la tele, dijo Nadia, han atracado un banco muy cerca de aqui, y van un monton este mes, no veas como se está poniendo este país.
-Si, dijo el. Que pena!
-Señor presidente, le traigo una mala noticia, han atracado otro banco esta mañana, muy temprano y van diez este mes. La misma técnica, ningun herido, todos coinciden, aparece un hombre muy alto como en sombras, parece que los ametralla, todos se desploman, roba el banco y cuando despiertan no tienen ni un rasguño.
-Es extraño, dijo el presidente, investiguen más a ver que descubren.
Mientras pensaba, maldito hermano, porque tienes que romper los planes, tu precisamente.
Sonó el teléfono personal y al momento se acercó el secretario.
-Señor presidente, su hermana al teléfono.
-De acuerdo, dijo el, pásamela.
-Como estas? Preguntó una voz femenina.
-Ya puedes imaginarlo, contestó el presidente. Tenemos reunión familiar.
-Si, lo imaginaba, dijo ella, donde siempre, verdad?
Lo preparo todo. Adios hermano.
-Secretario, dijo el presidente, necesito descansar, que nadie me moleste.
Se cerró en su habitación.
Abrió la ventana y saltó al vacio.
Desplegó sus alas y voló hasta el edificio donde estaban sus hermanos. Entró por la azotea.
Estaban esperándolo ya todos.
Se abrazaron y saludaron todos, pero había alguien más.
-Phiwa, dijo el presidente, es un orgullo tenerte aqui.
-Si, dijo ella, pero bien sabes que mi presencia no es buena señal.
-Lo se, contestó el, todo iba bien, según lo previsto, cada uno de nosotros está ocupando su puesto para guiar a los humanos, pero el...
-Si, dijo Phiwa, el es distinto, hemos detectado en su ultimo estudio, la diferencia, mientras en vosotros la mezcla genética está equilibrada, en su caso la parte humana ha desplazado a la nuestra y está dominando su persona.
-Eso es grave, verdad? Preguntó el presidente.
-Si, dijo ella. Hay que atraparlo y sacarlo de aqui.
-Pero como? Dijo el.
-Me he adelantado y cerca de tu hermano hay una chica preparada para neutralizarlo. Cada vez que mantienen relaciones sexuales, ella le quita parte de su energia.
-Como? Dijo el presidente.
-Si, contestó Phiwa, ella le absorbe la energia. Pero la sensación de el, es cada vez tener más y necesita volverlo a repetir con más frecuencia, así todo acaba antes. Según mis cálculos, Nadia debe estar a punto de comunicarmos que ha podido desactivarlo ya.
-Que buena jugada, dijo el presidente. Vas un paso por delante nuestro, nosotros no lo hubieramos hecho mejor.
-Recuerda, dijo Phiwa que todos provenís de mi.
Y además, Nadia acaba de avisar, vamos...
Todos salieron por la azotea hasta el lugar de encuentro.
-Nadia, dijo Phiwa, me alegro de verte. Has podido neutralizarlo?
-Si, dijo ella, pero ahora quiero más poder.
-Como? Dijo el presidente mirando a Phiwa, que quiere decir?
-El, dijo Nadia, me da más poder y satisfacción que vosotros.
-Pero, contestó Phiwa, sabes que ese camino no tiene salida.
-Eso está por ver, respondió ella.
Se acercó al hombre,lo besó apasionadamente, mientras lo desataba, se giró hacia los demás con su poder y todos quedaron desplomados en el suelo, menos Phiwa.
-Conmigo no puedes, ya lo sabes.
-Pero no puedes hacer nada, replicó Nadia. Aqui tu poder no tiene efecto sin ellos.
Nos vamos.
Recogió al hombre, abrazándolo fuertemente y salieron volando.
El presidente fué el primero en despertar.
-Phiwa, la situación empeora.
-Si, la parte humana está saliendo a flote.
-Ahora que haremos.
-Por ahora. Esperar sus movimientos.
-Pero, dijo el, son mas fuertes y son dos.
-Si, dijo Phiwa..